Recientemente el PP de la Mancomunidad de Cabo Peñas ha presentado un plan para su “viabilidad”, en el que básicamente se reducen gastos a base de despidos.
Queremos recordar que la Mancomunidad del Cabo Peñas, tiene su funcionamiento adaptado a una serie de ingresos cuyo monto principal está constituido por las aportaciones de los dos ayuntamientos, recibiendo también aportes económicos de otras administraciones. Las dificultades surgen cuando uno de esos ayuntamientos se encuentra inmerso en una crisis económica de gran magnitud con la consiguiente falta de liquidez.
El problema no está en la Mancomunidad sino en la economía maltrecha del Ayto. de Gozón, incapaz de afrontar las pactadas aportaciones al ente mancomunado.
Si se quiere mejorar financieramente la economía mancomunal, la solución no pasa por despedir a trabajadores y trabajadoras, se pueden buscar fórmulas como optimización de gastos, nuevas fuentes de ingresos, o un aprovechamiento óptimo de los servicios ofrecidos por la mancomunidad, precisamente para evitar esas posibles duplicidades que advierte el PP de Carreño y Gozón.
Conviene valorar económicamente lo que la mancomunidad ya aporta, se trata de un ente proveedor de servicios que también capta financiación externa, y ver lo que costarían esos servicios asumidos directamente por los Ayuntamientos, seguramente esa cuenta simple echada por el PP se vendría abajo.
La propuesta de los populares es una propuesta improvisada, sin futuro, que busca el camino fácil para reducir aportaciones y que a medio plazo va a ocasionar más gasto.
El futuro, no solo de esta mancomunidad sino de todas, está en su potenciación. Compartir servicios es en si una fuente de ahorro, pero para ello debe haber voluntad política y altura de miras, cualidades estas de las que carecen los Populares de Carreño y Gozón, que veneran la tijera como solución definitiva a todos los problemas allí donde gobiernen, olvidándose de la ciudadanía que es a quien finalmente van esos manidos recursos y servicios “prescindibles”.