Por fin vamos enterándonos de los planes de Rajoy, planes que ha ocultado hasta el momento, dado su tremendo carácter antisocial. La primera patita que nos enseña nuestro Presidente, es la de una reforma laboral que prácticamente autoriza el despido libre, los "fuera de convenio" e incluso bajadas unilaterales de los sueldos que puede decidir la patronal por razones “económicas” o “técnicas”, cuestiones estas a menudo tan subjetivas que pueden llevar a arbitrariedades siempre en contra del trabajador.
Esta reforma no va a facilitar el empleo, sino más bien el despido. Cuando un país esta en crisis, todos sus sectores deben arrimar el hombro, tal parece que con esta reforma sólo arrimarán sus maltrechos hombros los trabajadores, ya que al empresariado se le han dado facilidades inauditas en nuestro país, más propias de economías del tercer mundo que de España.
Estamos ante el comienzo del despiece del estado del bienestar, que no es un estado de “pereza” ni de “beneficencia” como creen los más poderosos, el estado del bienestar es una situación, con fuertes raíces ideológicas, en la que el propio estado se constituye en garante de ciertos servicios y derechos con los que, mediante la solidaridad, trata de no dejar en la estacada a los menos favorecidos.
No se le puede pedir otra cosa a la derecha, es así como actúan, sin pena ni remordimientos, siempre desde una posición de poder que les blinda personalmente ante los embates de la crisis y que acaban pagando los ciudadanos corrientes, que son los que pueden tener problemas para sobrevivir.
Sr. Rajoy, dimita y presenten como Presidente al líder de la CEOE, que para el caso, seguro que les resulta mejor.