Ya habíamos advertido desde el PSOE de Carreño que los pasos del PP de Peñas solamente iban encaminados en una dirección, que no es otra que la disolución de la Mancomunidad.
Los problemas económicos del vecino Ayuntamiento, hacen necesario un ajuste que, desde Carreño, ni queremos ni debemos discutir, correspondiendo sólo a los Gozoniegos y las Gozoniegas valorar esta cuestión, pero sí nos corresponde hacer llegar a nuestro concejo el parecer socialista y nuestra visión de este delicado asunto, que nos afecta de forma tan directa.
El Ayuntamiento de Carreño, cumplidor con sus compromisos, ha mantenido su pactada financiación para el ente Mancomunado, con lo que ha reflejado su voluntad de continuidad de esta institución, la cual aporta mucho más de lo que pueda restar, al menos en el caso de nuestra corporación.
No olvidemos la elaboración de los planes urbanísticos, los planes de empleo mancomunados que contribuyen también a la formación de trabajadores y trabajadoras, las oficinas de Información Juvenil o Consumo, el modélico y envidiado servicio de piscina, la Medicina Deportiva, la Agencia de Desarrollo Local... Puestos a cuantificar, veríamos que la asunción individual de todas las prestaciones que la Mancomunidad realiza para Carreño, acarrearía un coste mayor para nuestras arcas municipales.
Otra cuestión sería prescindir de los citados servicios, pero en ese caso ya no podríamos decir que se trata de ahorrar, sino más bien de recortar, que parece ser una de las intenciones de los Populares de Carreño y Gozón además del saneamiento de las maltrechas cuentas gozoniegas. No se trata ahorro sino de eliminación y recorte, “muerto el perro, se acabó la rabia”, muy en consonancia con lo que llevan a cabo allí donde gobiernan, que al final de su camino no es otra cuestión que la minimización sino supresión del estado del bienestar, cargando los Populares nuevamente sus crisis sobre una ciudadanía en absoluto responsable de estos desbarajustes económicos.
El PP se olvida también de los empleados y las empleadas de la Mancomunidad, para los que parece propugnar el despido, como si fuesen enseres o materiales fungibles. Ya lo han demostrado en el Gobierno de España con su decimonónica reforma laboral, no iba a ser menos en nuestros concejos.
Carreño no es Gozón y podría afrontar este nuevo pero no deseado rumbo en solitario, asumiendo de forma inmediata las responsabilidades que le correspondiesen en el caso de que, como propugna el PP, la mancomunidad se disolviera, con la seguridad de no ver cercenados los servicios ciudadanos, que serían mantenidos, pues nuestro objetivo es que el Estado (Ayuntamiento y Mancomunidad forman parte de él) esté al servicio de la ciudadanía y que esta no sea una mera variable económica sino el verdadero objeto de la política.