Una vez más asistimos en Carreño a un acto poco democrático y ausente de ética del PP local perpetrado por su vocero, José Ramón Fernández, con el artificioso bloqueo de la compra del Teatro Prendes. En realidad no es de extrañar esta actitud en contra de la ciudadanía de un partido como el popular completamente alérgico al patrimonio público, a la cultura y a la educación desde lo público, el partido de las privatizaciones, de los fondos buitre que dejan a las personas en la calle, el partido de la especulación y de la entrega de servicios públicos y universales a los amigos de las empresas privadas.
Utilizando la argucia legal de presentar un recurso ante la Cuota por la expropiación del Prendes agotando los plazos establecidos, el portavoz popular consigue retrasar esta operación en claro perjuicio de la ciudadanía de Carreño, que por otro lado no tiene vuelta atrás y será llevada finalmente a cabo. No es nada nuevo en el proceder del irresponsable líder de la formación ultraconservadora popular de Carreño, cuando algo se escapa de la voluntad de este mal aprendiz de Trump, recurre a las argucias legales más sucias para impedir la acción del gobierno legítimo de Carreño, Nuestro concejo no se merece políticos como éste, sin escrúpulos y concepto laxo de la ética, la ciudadanía tomará nota y pondrá a cada uno donde se merece, no les quepa duda alguna.
Sabemos que es difícil estar en la oposición y ejercerla, pero hay limites en el sentido común para la actuación política que el voxero popular desconoce y no tiene intención de conocer. La decisión de expropiar el Prendes es una decisión mayoritaria del Pleno de Carreño, representante último de la ciudadanía del concejo, ese pleno al que el Señor Fernández apela continuamente, pero se olvida de él cuando le interesa, pasándose sus decisiones por el arco del triunfo.
Sr. Fernández, usted no tiene legitimidad alguna para decidir en que gastar los remanentes, no se olvide de que para ello es necesario disponer de mayoría en el Pleno y ustedes no han ganado las elecciones, ni siquiera han estado cerca de ello. Una argucia legal para torpedear un Gobierno democráticamente elegido es algo ética y políticamente sucio, y más parecido a una pataleta que le puede dar cierto placer momentáneo, pero no durará.
Está intentando sustraer al pueblo de Carreño una instalación que es todo un ejemplo de política cultural en nuestra región, algo que llena de orgullo a la ciudadanía, pero es que a usted, como reconocido ultraconservador, le importa un pepino la cultura, la educación o cualquier cosa que haga a las personas más libres y formadas. El pueblo no le va a perdonar esta indigna actitud. Dimita y váyase a trabajar a un fondo buitre o algo así más acorde con oscuras ideologías, es lo mejor que podría hacer por este concejo si es que le queda algo de ética política a usted y su partido.