La inestabilidad de cierta parte de nuestras costas, ha puesto en serio peligro la estabilidad de la Ermita de San Antonio, de singular valor sentimental y artístico para los candasinos. Los continuos derrumbes han acercado el acantilado a menos de un metro de una de las paredes del templo, teniendo que ser recolocadas las protecciones así como carteles de advertencia del peligro para los paseantes.
La rápida actuación del Alcalde de Carreño y el grupo municipal socialista, ha hecho que ya esté en marcha el plan para su traslado a algún lugar próximo y seguro. La actuación consiste en el desmonte piedra a piedra de la capilla y su almacenamiento para la reconstrucción. La acción ya subastada y planeada, ha sido posible al contar nuestro consistorio con un importante remanente económico fruto de la buena gestión de las arcas municipales, que permite afrontar actuaciones urgentes con la debida solvencia.