La situación política de la derecha tiende a repetirse cíclicamente, con parecidos protagonistas aunque cambien de bando y de alianzas según los intereses del momento. Resulta increíble e inverosímil que el señor Cascos, antiguo general secretario del PP nacional (como les gustaba decir), haya sido literalmente incapaz de llegar a un acuerdo con sus excompañeros del Partido Popular, cuando les diferencia bien poco, más bien nada en lo “ideológico”, sino solamente cuestiones de carácter personal y de poder.
Seguramente Álvarez-Cascos pudiese haber sido el candidato en Asturias del PP, al menos la militancia de este partido así se manifestaba, pero las rencillas entre compañeros evitaron que llegase a la candidatura por él tan deseada. Con todo ello la derecha muestra un desprecio absoluto por la ciudadanía, al consentir en su seno semejante sainete que, sin duda, ha afectado al normal funcionamiento de las instituciones que debe estar por encima de estas refriegas.
Desde el Partido Socialista ofrecemos seriedad, unidad y trabajo, todo lo contrario de lo que los conservadores nos han presentado, responsables todos, unos por acción y otros por omisión, de la actual situación de parálisis de la administración del Principado, inédita en Asturias.