Un plan urbanístico no es un documento invariable y cerrado, se pueden efectuar modificaciones puntuales en cualquier momento si la corporación así lo decide, cumpliendo toda la normativa y pasos legales al respecto (planes parciales por ejemplo). Sorprende, por tanto, la decisión de determinados grupos políticos y colectivos, de pretender la suspensión de todo un Plan, primero vía moción en pleno y ahora vía tribunales.
El PGO de Carreño ha sido un ejemplo de transparencia y participación, donde se han atendido total o parcialmente la mayoría de las alegaciones de vecinos y vecinas afectados y finalmente aprobado por la CUOTA, salvo en asuntos puntuales cuyo periodo de alegación se encuentra abierto en estos momentos.
Los citados periodos de alegación han sido prolongados, y la información ha tenido la máxima disponibilidad para la ciudadanía, tanto en soportes clásicos de papel como digitales a través de internet (24 horas al día).
Si legítimamente alguien cree que se puede mejorar el plan, incluso a pesar de un extenso periodo de alegaciones anteriormente explicado en el que hubo oportunidad para ello, puede promover algún tipo de modificación a través de los partidos políticos de la corporación y los mecanismos provistos por las Leyes, siempre con la aprobación final plenaria y de la CUOTA, pero nunca tratar de invalidar un plan por problemas particulares o territoriales limitados que podrían perjudicar de forma grave a una mayoría de Carreñenses.
Las actuaciones e iniciativas de cualquiera de nuestros grupos políticos deben buscar soluciones globales y no individuales, además de estar acompañadas de la prudencia exigible ante cualquier decisión de calado, prudencia que parece haber estado y aún estar ausente en las mentes y acciones de ciertos grupos municipales.