El esperpento puesto en escena por la derecha (en un sentido amplio de la palabra) en Carreño, no tiene parangón, creemos que en ningún lugar civilizado del mundo.
Entre las últimas perlas de la representación del Partido Popular en el Ayuntamiento de Carreño, ha estado afirmar en prensa que “de haber sabido que el PGO estaba en vigor, bla, bla, bla”... pero es que... ¿DE VERDAD, NO LO SABÍAN...? Nos preguntamos entonces a qué van sus concejales y concejalas al Ayuntamiento, y qué hacen en las comisiones informativas. ¿Cómo pueden erguir la cabeza ante su electorado si desconocen el funcionamiento básico de la administración? ¿A quién pretenden engañar en plena sociedad del conocimiento y con el BOPA en internet al alcance cualquier ciudadana o ciudadano? ¿Cómo se concibe que el portavoz popular no se entere que el PGO está aprobado cuando se publicó en el boletín del Principado allá por finales de Enero?. La falta de rigor les llevó a apoyar la presentación de una moción descabellada para suspender un plan urbanístico, con el agravante de ser presentada al Pleno de forma urgente, sin tiempo para su estudio, sin haber siquiera consultado las repercusiones legales de la misma, y con la desfachatez añadida de culpar de sus actos y su monumental metedura de pata al Gobierno de Carreño.
Nos echamos a temblar si algún día (esperemos lejano) gobiernan nuestro municipio, ya que demuestran no ser conscientes de sus limitaciones legales, creen que “la soberanía reside en su persona” y que pueden hacer lo que les plazca. Ya lo demostraron intentando usurpar las atribuciones de la Alcaldía con los nombramientos de representantes en los entes de los que forma parte el Ayuntamiento. Y es que un Pleno, aunque les pese, no es un sanedrín, tiene sus limitaciones sujetas a Ley, también implica responsabilidades, incluso personales, cuando las decisiones que en él se adoptan son contrarias a derecho. Por tanto, responsabilidad suya, y sólo suya, es cerciorarse de las consecuencias de sus propias iniciativas, que parecen tomadas al calor de la barra de un chigre más que tras un detenido y necesario estudio.
Hagan sus deberes, y no quieran ahora escurrir el bulto culpabilizando al gobierno de la impulsividad e incoherencia de sus actos. Tal vez, deban trabajar “un pelín” más y, sobre todo, deben estar a la altura que sus electores y electoras les exigen y no comportarse cual trileros de calle. Tengan más seriedad y trabajen, la ciudadanía de Carreño se lo agradecerá.