Un
Alcalde en el ejercicio de sus funciones, durante la celebración de
un ejercicio de soberanía popular
como es la celebración de un Pleno del Ayuntamiento, es abordado por
unos manifestantes impidiéndole
la libre circulación por un lugar previamente acotado sobre el cual,
según delegación de
Gobierno, quienes se manifestaban no tenían ni derecho ni permiso
para entrar, y en el que se monta una refriega de la que el propio
Alcalde ha sido absuelto.
Juzguen
Vds. si estaban en ese momento
intimidando a un ciudadano llamado Ángel Riego o pretendían
intimidar, acosar e insultar al Alcalde para exigirle que tomara una
decisión como tal. Está claro que quienes se manifestaban llevaban
camisetas reivindicativas y no estaban ejerciendo en ese momento como
policías locales. Los policías, el día de los hechos, estaban al
lado del Alcalde, tratando de protegerle a la salida del Consistorio.
No cabe duda, que quienes se manifestaban pretendían coaccionarle
para que tomara una decisión favorable a sus reivindicaciones.
Estos
son los hechos acaecidos en aquel desafortunado día (Pleno del mes
de Septiembre de 2010) y cuyo fruto fueron dos denuncias, una
que formula un policía por presunta agresión a un manifestante (el
Alcalde fue absuelto) y otra, la que nos ocupa por coacciones de los
propios manifestantes al Alcalde. Sobre ésta última como ya
informamos, en aras de acercar posturas y poner fin a una polémica
que nunca debió existir, el Alcalde remitió a la Procuradora un
escrito de renuncia a la acusación formulada. Al tratarse de una
falta sometida al régimen de denuncia previa por parte del
afectado-agraviado, al retirar el
Alcalde la denuncia supone el sobreseimiento y archivo de las
actuaciones sin necesidad de celebrar el juicio previsto para
el día 27 de Septiembre.
A
este respecto y tras las últimas y desafortunadas declaraciones del
Partido Popular de Carreño,
queremos hacer diversas
precisiones:
1.-
Un Alcalde en el ejercicio de
sus funciones o en cualquier momento de su vida diaria, es una
autoridad pública.
2.-
Si fruto de su acción pública, sufre un Alcalde cualquier tipo de
coacción, tiene todo el derecho
y la obligación de interponer
cuantas denuncias estime oportunas.
3.-
Ni siquiera el Alcalde estaba en un acto privado. En ese momento,
como en cualquier otro, estaba representando al Ayuntamiento de Carreño
y a sus vecinos y vecinas, papel que le otorga la
Ley,
por tanto los costes
judiciales NO deben repercutir sobre él mismo,
más aún cuando ni provocó
ni
contribuyó a ningún desorden, y para corroborar ahí tienen las
sentencias judiciales que en todo
momento
y tras recursos eximen completamente de cualquier responsabilidad a
Ángel Riego,
Alcalde
de Carreño.
4.-
Representar a nuestro municipio y a nuestra ciudadanía no es ninguna
“aventura” ya sea en un Pleno
o en un tribunal.
Al parecer ese es el concepto que el Partido Popular tiene de la
política, una aventura, donde “todo vale”, nada ni nadie les
importa, solamente actúan para desgastar y llegar al poder a
cualquier precio, eso sí que es una aventura señores y señoras
“Populares”.
5.-
Es evidente que el Partido
Popular no quiere contribuir a un clima constructivo en nuestro
municipio, solamente se esfuerzan por tener presencia mediática,
mantener y avivar conflictos. Todo ello para tratar de desviar
nuestra atención del auténtico suicidio al que quieren llevar a
España,
les va bien el clima crispado y tratarán de mantenerlo también aquí
y a cualquier coste.
6.-
Señores y Señoras ediles del
Partido Popular, ustedes también representan a Carreño, no sólo a
su electorado, y por ello deben
actuar con responsabilidad y diligencia, sin dejarse llevar por las
ocurrencias imberbes del portavoz
del PP. Nos
gustaría conocer cuál es la opinión real del portavoz del PP sobre
este asunto. No nos queda claro ¿Con quién estaba este portavoz en
el momento que sucedieron los hechos? ¿Estaba con el Alcalde o con
estaba en contra? Si no estaba con nuestro Alcalde, queda claro que
estaba al lado de quienes se manifestaban. Y si estaba con ellos, en
realidad estaba apoyándoles en las coacciones, animándoles a
reivindicar por la vía de la intimidación o quizás instigándoles
a que emplearán estos métodos con el Alcalde.
No
mientan más, que acostumbran a mentir frecuentemente, y dediquen más
tiempo a estar presentes en el Ayuntamiento y a trabajar por este
concejo.